Noticias

¿Qué significa LGTBI?

La sexualidad así como la identidad es una construcción social. La historia detrás de las siglas.

por: Tomás Máscolo

Una lucha por la libertad sexual

Los disturbios de Stonewall producidos en el Greenwich Village en protesta por el acoso policial a la comunidad gay de Nueva York supusieron un punto de inflexión en la lucha. Ocurrieron el 28 de junio de 1969 una vez más la Policía se hizo presente para llevar adelante una nueva razia. Los agentes estaban acostumbrados a revisar a los clientes, a las travestis las revisaban en los baños “para comprobar su sexo” y eran directamente detenidas. En aquel entonces era ilegal llevar más de dos prendas del “sexo opuesto”.

El nacimiento de las etiquetas

LGBTI, en resumen son las siglas que designan colectivamente a Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales. En uso masivo desde la década del ´90, el término «LGBT» es una prolongación de las siglas LGB, que a su vez habían reemplazado a la expresión “comunidad gay” que muchos homosexuales, bisexuales y transexuales sentían que no les representaba adecuadamente. La “I” incorpora a la intersexualidad.

Algunos rechazan el término LGTBI ya que intenta categorizar o etiquetar a las personas, cuando en realidad el deseo y la identidad son construcciones sociales, es decir, se van agiornado según la vivencia material de cada persona.

Michel Foucault, más vivo que nunca

¿Vale la pena mantener la sigla LGBTI?

Como se ha dicho antes, lo cierto es que la identidad y la sexualidad son construcciones sociales. Se puede decir que llamarse Lesbiana, Gay o Transexual es también tener una posición política. Pero la realidad es que el problema es mucho más profundo.

La heteronorma es impuesta por un brazo ideológico muy fuerte que es la Iglesia con amparo del Estado. No se trata de credos sino de su institución que genera “sentidos comunes”. Éste se ve expresado en los medios de comunicación cuando tratan en masculino a una travesti asesinada, cuando te realizan test de HIV luego de las entrevistas laborales, cuando trabajas en alguna fábrica y ocultas tu sexualidad para que no te echen, cuando se relega a las mujeres y a la sexualidad a una mera visión reproductivista y el placer es dejado de lado.

No van a ser las etiquetas, o las letras de estas siglas las que serán disruptivas por sí mismas, sino tomarnos como sujetos políticos de nuestra sexualidad. Los LGTBI también se ven sumergidos en estos sentidos comunes, también viven una violencia garantizada por las clases dominantes, así como se ven oprimidas la sexualidades de las mujeres y todos los trabajadores producto de la alienación. Por eso la vivencia material de la sexualidad, tiene que estar en pie de lucha para terminar con esto.

La pelea hoy

Como ya informamos en La Izquierda Diario «los números en el presupuesto armado por el FMI, que impulsó el macrismo con el apoyo de esos partidos mayoritarios para este año, muestran su preocupación por la juventud y la diversidad sexual: se redujo un 19,7% en la entrega de preservativos en los centros de salud y un 14,7% en el área de salud sexual y reproductiva. Así preparó el terreno Cambiemos para ser la principal fuerza dispuesta en aportar votos celestes contra el aborto legal».

No podemos pensar nuestra identidad o sexualidad escindida del panorama económico político y social del que vivimos. La lucha por erradicar la discriminación y estigmatización hacia travestis, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales debe ir acompañada por la lucha de todos los sectores oprimidos y explotados.

F/laizquierdadiario.com.ve

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *